13 febrero 2012

La historia de éxito: Famalab: la química del éxito

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Muchas veces la formación académica y la experiencia profesional pueden generar buenos resultados, pero si ellas se unen a la decisión de emprender un negocio, el crecimiento está garantizado. Eso lo sabe muy bien Fernando Anaya, quien ha aplicado todos sus conocimientos para empezar a cosechar el éxito gracias a Famalab S.A.C. (CCL: 022555.6), una empresa de servicios dedicada a distintos rubros vinculados al análisis químico y otras actividades de laboratorio.

Todo comenzó en el año 2010. Fernando ocupaba el cargo de profesor principal de la Facultad de Química de la universidad San Marcos y contaba con una reconocida experiencia en el sector. Había iniciado proyectos para otras entidades, pero deseaba consolidarse como independiente. Es así que, con la confianza que le daban sus capacidades, asumió el reto de iniciar una empresa propia —según cuenta— con una motivación que superaba a las dificultades.
En la medida de nuestras posibilidades, fuimos desarrollando otros productos. Con ello el segundo año fue mucho mejor.
"Tenía experiencias anteriores en una empresa transnacional, donde representábamos a Ransa Comercial y además había formado un centro de análisis clínicos en la universidad. Todo ello me motivó a comenzar de cero e iniciar una empresa que sea para mí. Evidentemente, con las dificultades de ser un pequeño negocio comparado con los demás, posicionados a través del tiempo", señaló.

Su primer año se enfocó a desarrollar servicios de laboratorio, que era lo que conocía más. Sin embargo, distintos obstáculos no permitieron que se diera un crecimiento significativo. "Los rezagos de la crisis del 2009 y la falta de equipos no nos dejaron crecer, pero sí hubo un sostenimiento, es decir, mantuvimos la empresa a flote", indicó.

Los problemas presentados no detuvieron a Fernando, quien encontró en la diversificación la solución a sus impedimentos y apostó por otras unidades de negocio dentro del mismo rubro y con mejores resultados. "En la medida de nuestras posibilidades, fuimos desarrollando otros productos. Como se necesitaban soluciones preparadas o equipos técnicos, iniciamos la unidad de ventas. En base a mi experiencia docente, se implementaron capacitaciones. Luego surgieron las unidades de servicios industriales y de medio ambiente. Con ellas el segundo año fue mucho mejor", afirmó.

Esta visión integral del negocio les dio mayores oportunidades. Han firmado contratos de análisis químico con empresas del sector minero y agroindustrial. Las satisfacciones están llegando por sí solas. "En el año 2011 crecimos un 30%, pero para este año será mucho mayor pues el mercado en el rubro existe. Empecé solo y ahora somos cuatro personas fijas y unos diez colaboradores por proyecto. La proyección es siempre hacia arriba", comentó.

Como todo emprendedor, Fernando tiene los objetivos muy claros. "Estamos en búsqueda de la certificación de laboratorio en el más corto plazo, a fin de posicionarnos en el mercado como una empresa de calidad", remarcó.

Y con el fin de alcanzar esa meta, desde el año pasado son asociados de la CCL, lo que les ha otorgado mayor confianza en sus expectativas. "Nos hemos inscrito para tener una plataforma de negocios y hacer que las empresas nos conozcan", apuntó. Y es seguro que lo lograrán, pues para Fernando la clave del éxito radica en la perseverancia. "Tenemos la idea fija de que vamos a triunfar", puntualizó.
FUENTE: Empresas y Negocios; Revista de la Camara de Comercio de Lima.